lunes, 31 de diciembre de 2007

ANGUSTIA



Como pocas veces las palabras no me alcanzan. Tengo mezcla de frases, de sensaciones, de palabras arrancadas desde las entrañas. No quiero seguir acostada, no quiero seguir durmiendo ya que ni el sueño me alcanza ya para escapar del mundo. Me avergüenzo de mi misma y esa sensación me hace sentir aun peor y me vuelve a tirar en la cama. Ni la guitarra logra llamar mi atención. Me refugie en un libro, en Mi Vida de LT, para ver si puedo sentirme tan idiota que de una vez por todas pueda re direccionar mis pensamientos. Mi cabeza esta completamente aplastada y atrofiada en imágenes que duelen y en pensamientos duros. Estoy preocupada porque esta vez no me domina la bronca ni el odio, ni contra mi ni contra nadie. Por momentos lo siento, pero como ráfagas… estoy mas bien como un pedazo de carne dolorida… como un zombi que sufre las secuelas de haberse desenterrado con las uñas y los dientes. El libro logró distraerme por un momento… pero necesito de alguna forma sacar lo que tengo dentro.. ni siquiera el llanto me ayuda.. se ha ido, se niega a venir en mi auxilio. Pero las lagrimas están, yo las siento… están inundando todo mi cuerpo y me ahogan por dentro.. el liquido salino arde en mis ojos que se han transformado en dos heridas abiertas en carne viva. Todo en mi interior se retuerce y me siento una lombriz de tierra en medio de un asfalto que hierve. No hay donde ir, donde esconderse, nada que hacer..
El cigarrillo mata demasiado lentamente… mientras da la posibilidad de pensar si realmente uno se quiere morir o si luego se pasará, como tantas otras veces. Pero la idea sola de que así como se pasa vuelve a ocurrir me genera un estado de angustia enorme. Pienso que no son las cosas como las veo, y les busco la otra cara… explicaciones que tirarían por el aire con mi estado de desesperación… pero ya no se que es y que no es, que es y que imagino. Siento que me engaño pensando de cualquiera de las formas. Se además que no hay motivos suficientes en el mundo para que me sienta así… pero me siento, y lo que se no vale ni cuenta para mi sentir. Escribir me calma un poco, pero tendría que escribir durante horas y horas para no pensar más, para vomitar lo que tengo dentro, para repasar estos últimos meses que me han consumido. No tengo hambre. El sueño se apodera de mí y no me brinda consuelo. No hago más que temer cada segundo. Me siento como un cachorro perdido en un bosque oscuro donde todo acecha, donde todo es peligro. Me he disociado de tal forma que no me reconozco. Una parte de mi va por el mundo como si nada pasara… tratando de acelerar el tiempo, que pasen los días como si esto resolviera algo, y la otra parte es arrastrada de los pelos por caminos que lastiman… grita sin voz, se ahoga… me paro sobre mi misma para ocultarme… pero cada día que pasa en lugar de alivianar el dolor lo hace mas agudo. La angustia, como una alimaña, se va quedando con mi esencia vital, corroe como el oxido los pilares de un muelle que sumergido entre las olas hace lo imposible por aguantar los embates del agua, pero con mas ganas de dejarse caer y ser arrastrado hacia el fondo que de seguir erguido como si nada pasara.
Tantas veces sentí que tocaba la felicidad, que me acercaba a ella… y pensaba: -es posible!. Decidí abrirme a sentirla, dejar de rehuirle y protegerme… dejar de temer ser yo… ¿y que? Acá estoy, pagando las consecuencias. No puede ser tan difícil. No debe serlo. ¿Qué es lo que tengo que hacer?. Llevo semanas sobreviviendo… consolándome con que pase el tiempo. Quiero tomar mi piel con mis manos y desgarrarla!!! Quiero salir de acá dentro!!!!. Ya no se cual es mi lugar, ya no se como ser. Quisiera dormir y dormir hasta que una palabra, una caricia me rescate del coma. Porque me estoy muriendo por dentro… lo se, yo lo se. Si otras veces pude seguir, sabiendo que esa palabra y esa caricia existían y podían llegar en cualquier momento… hoy solo se que no están. Por lo tanto nadie me rescatara. Por lo tanto debo hacerlo yo y no puedo… no se si quiero. ¿Para que? Si, ya se para que… pero eso no basta, no alcanza, soy un miserable producto de un momento miserable… no hay altruismo ni heroísmo en mi… Se que una palabra y unos gestos me recompondrían… me servirían para seguir armándome, continuar con lo que me había propuesto de dejarme ser… yo… sin armaduras, para poder vivir la vida. Pero esta transición de debilidad la estoy pagando caro, quede atrapada entre dos mundos. Y mas débil me hace sentir este depender de otro para terminar lo que inicie. Porque mi misma no puedo y no quiero, es decir, no estaba aun preparada para emprender el desafío. Aun no debía hacerlo. Yo no es razón suficiente, porque no hay Yo. Estoy enferma. En un aspecto de mi vida pienso en ir por el todo, no quiero las migajas, no quiero pequeños cambios… y en otro vivo de migajas… vivo de lo que hay y no de lo que quiero. Esto no me gusta.. ¿Qué hago? Sigo.. en algún momento tal vez cambie, o tal vez no… demasiado mundano para detenerme en ello. Pero no se puede detener el cause de lo humano. Ahí esta, y cuando hay una rajadura se cuela, y fluye… y logra finalmente aparecer en toda su imponente impotencia. Se puede seguir igual, caminando y desmembrándose… pero hay un punto en que si se mira para atrás y se ve el rastro de sangre que se ha dejado en el camino… da temor seguir adelante. Podré llegar, ¿cómo? ¿En que condiciones?.
Y no es mucho lo que necesito… yo se que no, para volver a ser una pieza. Pero asi, de golpe, un hachazo, dos hachazos… no hay quien resista, ni el rey de los faquires… ni el mejor sadomasoquista.





No hay comentarios: