lunes, 14 de junio de 2010

¿Cuánto estas dispuesto?

¿Cuánto dolor estás dispuesto a soportar antes de dejar correr tus lágrimas?
¿Cuánto amor estás dispuesto a sentir antes de decírselo?
¿Cuánto odio estas dispuesto a tener antes de moverte y hacer algo?
Este sistema es un cadáver burdamente maquillado, ahondando un poco en sus entrañas te veras rodeado de gusanos carroñeros y de la putrefacta hediondez de la carne consumida.




¿Estas dispuesto a enfrentar la realidad con los ojos bien abiertos?
¿Estas dispuesto a transformar el amor, el dolor y el odio en una fuerza única y potente? ¿En una fuerza de cambio impertinente?
¿Estas dispuesto a vivir todas las texturas que te ofrece la vida abriéndose como abanico frente a quien este dispuesto a vivirla intensamente?
No es un camino ni de gloria ni de héroes… pero el único en el que realmente caminas sin dar pasos en el mismo lugar, sin hundirte en la ciénaga de la historia ciega. Es el único camino en que se hace historia. El único en que no se reafirma la prehistoria.
¿Estas dispuesto a ver la realidad con todos tus sentidos?
¿De llevarte puesta esta sociedad de inhumanidad?


Esta sociedad que solo tiene para dar esclavitud y miserias humanas… en la que dos chicos de siete y nueve años matan a una bebe de dos años y medio… criados en un ambiente de violencia y marginalidad, junto a sus otros nueve hermanos de los cuales dos murieron por descuidos, en la que sus padres están enfermos de sida y son adictos al paco… O esta sociedad de los cuatro hermanos que murieron calcinados en una casilla porque su madre tenía que trabajar innumerables horas para mandarlos a estudiar y que al volver del trabajo se encontró con su vida hecha cenizas, humo y dolor….
Esta sociedad que lleva a la denigración humana.
¿Hay forma de soportar esta profunda verdad que existe mas allá del glamour de la TV o de las falsas peleas entre gobernantes y oligarcas que nada tienen que ver con las necesidades mas profundas que padecen la amplia mayoría de quienes viven en estas ficticias fronteras?
¿Hay forma de soportarla creyendo que no es posible cambiarla o sin siquiera intentarlo?
¿Cuánto tiempo estás dispuesto a sostener tus vendas en los ojos para mantenerte al borde del camino?
¿Cuánto tiempo podes hacer oídos sordos a los llantos de dolor de los niños que mueren de hambre por día?
¿Cuánto puede aguantarte el pecho al ver a los hombres expulsados de la historia y de la vida, durmiendo bajo el techo del cielo y cubriéndose a penas por el frío de la madrugada, con su cabeza sobre las baldosas y una bolsa en sus manos como toda propiedad privada…? ¿Cuánto podes ignorar a aquellos que intentan sobreponerse a la no vida que son condenados y son reprimidos o encarcelados, perseguidos o aplastados?
¿Cuánto tiempo podes mirar de soslayo con profundo miedo y desconfianza a quienes quieren alterar este orden? ¿Estas dispuesto a defender este orden? ¿Es acaso éste tu orden?




Si estas dispuesto a justificarlo, a intentar explicarlo, a intentar sostenerlo… Si podes seguir fingiendo una vida de libertad y conformismo consumiendo la sangre y el sudor de quienes sostienen tu mundo… Si estas dispuesto a no escuchar, no ver, no sentir mas que aquello que no te molesta y no te duele… Si estas dispuesto a seguir así, sin mas… a vivir la vida que te dejan y permiten, y no apostar a ser dueño de tu propio destino y protagonista conciente de la Historia…



Si seguirás esquivo por y para vos mismo… entonces hazte a un lado de mi camino. Fijate muy bien de no encontrarte en el medio del torrente de fuerza, odio, amor y desesperación que atravesará y conmoverá tu parásita existencia… Porque nada de lo que hoy ves como real quedará en pié, porque tu maldito orden y confort será sacudido desde las entrañas por una nueva vida, una nueva sociedad…
Si sigues dispuesto a sentarte a ver la vida pasar… mejor no te pongas en el camino... Mejor quédate a un lado, así, de piedra inconmovible, inmóvil… cual estatua. Serás un homenaje a este sistema, que no es más que una fosa común de los esclavos. Fosa en la que sólo permanecerán los miserables y los incrédulos, cuando resucitemos en la verdadera vida, aquella que se construye conmoviéndonos y moviéndonos…


(27/05/2008)