viernes, 13 de mayo de 2022

Por la unidad de trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs. Una reivindicación de la política

 Hoy fue un día movidito en la fábrica. Esta semana votamos en asamblea movilizar junto a los movimientos sociales en la marcha federal que hoy llegó a Plaza de Mayo. Una delegación de compañeros nos juntamos temprano para viajar a capital. Mientras otra delegación de compañeros viajaron a La Plata a entrevistarse con diputados provinciales para comenzar a instalar nuevamente nuestra demanda de expropiación definitiva de la fábrica.


Mientras miles nos encolumnamos entre banderas y redoblantes preparándonos para una jornada de lucha, en los noticieros una periodista de C5N comentaba como algo malo “esta marcha tiene un alto contenido político”... ¿Y qué esperaban? Esas preguntas con doble sentido, para no decir lo que en verdad piensan.


¿Son organizaciones sociales o son partidos políticos?

En TN (entre otras barbaridades), otro periodista hace el mismo tipo de “pregunta”: “Veo banderas del Che Guevara, banderas rojas, del comunismo… ¿Son organizaciones sociales que ayudan a la gente que no tiene trabajo o son partidos políticos que quieren hacer esto en la Argentina? ¿Comunismo? lo que quieras…no sé…”


Estos mismos periodistas, no fruncen la nariz cuando pasean por sus estudios a los políticos patronales del lado de la grieta que les agrada, pero se retuercen en sus sillones cuando la política viene desde abajo.


Pero ojo, no se trata de prejuicio. Tienen muy claro su papel. A uno y otro lado de la grieta, se ladran como los perros cuando los separa un portón. Llevan a sus políticos preferidos y los festejan. Los viralizan. Debaten sin vergüenza las elecciones de 2023, pensando de acá a más de un año, mientras el 40% de la población no puede proyectar de acá a fin de mes. Y si hablan de la inflación y el hambre, es para hacer campaña política unos contra otros. Saben lo que hacen, son funcionales al poder, porque “Con tanto humo, el fuego no se ve. “


Asi que, fijate de que lado de la mecha te encontrás

Todo un Estado y su maquinaria (justicia, instituciones, fuerzas represivas, partidos políticos patronales), medios de comunicación etc… y cada vez les alcanza menos para generar algún tipo de apoyo. Entonces, para que no nos una el espanto, siembran odio, la idea de la lucha individual, intentan enfrentarnos y generan escepticismo.


Los políticos patronales son los representantes de los negocios empresariales. Gritan y se pelean para la tribuna. Quienes de verdad están detrás y tienen el poder, están muy unidos y ganando cada vez más. Claro que el que corta una calle hace política. Pero el que vota un acuerdo para pagar al FMI y hambrear al pueblo, también hace política. El punto es a quién beneficia cada política.


Las lecciones que no salen por TV

Frente a todo esto, somos miles los que seguimos en las calles. Seguimos levantando una voz disidente, distinta. Porque tenemos una tradición, que es la historia de nuestra clase, una historia de lucha de años enfrentando al poder económico y sus políticos.


Por esas lecciones, tenemos la tradición en nuestra fábrica (incluso antes de estar bajo gestión obrera), de salir a las calles. Llevamos casi 8 años sosteniendo la gestión obrera gracias a esta práctica, y sobre todo, a que tenemos marcado a fuego que nadie se salva solo. Por eso también nos movilizamos en apoyo a otros sectores.


Nosotros también venimos peleando el mango a la inflación. Buscando subsidios, reconvirtiendo la producción, con planes de eficiencia energética para que no nos hundan los aumentos tarifarios. Tratar de mantenernos a flote no nos impide ver la situación que vive gran parte de la población. Millones que tal vez no tienen trabajo, o tienen trabajos ultra precarios, o viven de changas. Hace semanas que en nuestras asambleas problematizamos esto. Debatimos sobre la situación política, nos pronunciamos y movilizamos contra el intento de demonizar la protesta de los movimientos sociales.


Zanon nos marcó el camino. Ellos formaron parte de la coordinadora del Alto Valle que agrupaba trabajadores ocupados y desocupados, y estuvieron siempre del lado de la comunidad. Cuando quisieron desalojarlos la patota del sindicato, los desocupados y la comunidad resistieron con ellos. Cuando en la fábrica crearon nuevos puestos de trabajo, se los ofrecieron a estos desocupados.


A donde está, que no se ve, la CGT

Los desocupados, los precarizados… No tienen una fábrica para realizar paros u otras medidas de fuerza. Cortar las calles es una herramienta de lucha absolutamente legítima. No tienen representación gremial. Organizarse y coordinarse es la única salida. Por esto es criminal que las centrales sindicales, no solo no llamen a un paro para poner un freno a esta escalada de ataque generalizado a las condiciones de vida. Sino también, que no abra sus puertas para los desocupados. Que no se ponga del lado del precarizado, del trabajador en negro. Y que solo defienden a un sector de trabajadores solo para conservar sus puestos para los negociados millonarios.


La marcha de hoy muestra la fuerza de la unidad. Y esa fuerza nos tiene que permitir mantener bien alta la frente y exigir a las centrales sindicales que tomen las demandas del conjunto de los trabajadores. Llamar a los trabajadores a sumarse. A pelear juntos. A decir sin vueltas que otra política es posible. Una política de los trabajadores y el pueblo pobre. Una política de los que no queremos debatir eternamente con los empresarios que generan la inflación del alimento de nuestros hijos. Queremos resolver el hambre. Una política que de verdad quiere cuidar el medio ambiente. una política que plantea que es urgente que todos tengamos trabajo. En condiciones y con sueldos que nos permitan vivir. Y que si para eso hay que repartir las horas de trabajo actuales, generar nuevos puestos de trabajo, y que ese costo salga de las ganancias empresariales… lo vamos a hacer. Trabajar 6 horas para trabajar todos. Porque no tenemos ningún compromiso con los capitalistas, solo con nuestro futuro como clase.


La pelea por la unidad entre trabajadores ocupados, desocupados, precarizados, jóvenes, mujeres… es una tarea de urgencia. Organizarnos. Movilizarnos. Debatir entre todos las distintas necesidades y adoptar un programa común, para dar respuesta de fondo a los problemas de las mayorías populares. Desde este medio venimos difundiendo distintas propuestas además del reparto de las horas de trabajo. Contamos con diputados del FIT para potenciar nuestras demandas y la movilización. La izquierda es parte de la organización de trabajadores desocupados, ocupados. En los estatales. En los estudiantes. La juventud. Las organizaciones de mujeres y disidencias. Los barrios. Hay que continuar andando y organizarnos. Como dijo Roxa Luxemburgo, Quien no se mueve, no siente sus cadenas.


Opinión. Por la unidad de trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs. Una reivindicación de la política (laizquierdadiario.com)

lunes, 9 de mayo de 2022

Reflexión.Minicrónicas: los discursos, el sentido común y la política

 Esta semana se cruzaron los caminos. El cumpleaños de Eva Peron y el discurso de Cristina Kirchner elogiando el capitalismo. Venía pensando cuántos años habían pasado desde la aparición de Eva Peron y el discurso de Cristina. Cómo Cristina Kircher podía hacer tantas denuncias sobre la situación del país, como si ella no fuera parte del gobierno, y de la misma manera reivindicar el capitalismo como si no fuera el causante de la pobreza, con estas dos imágenes en mi cabeza me topé con una publicación en facebook, con las palabras del nieto de Perez Esquivel, que decía lo siguiente:


“Un niño sin madre y con padre ciego tenía que trabajar porque la plata no alcanzaba. Le escribió a Evita para que los ayude y a los pocos días recibió una pensión que le permitió estudiar. Años más tarde ese niño, mi abuelo, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.” ¿Y uno qué puede pensar? ¿Cómo podría parecernos mal? Pero hay mucho más….

Esta historia fué publicada como reivindicación de la política de asistencia social de Eva Peron, del peronismo. Pero muestra también un lado perverso. Y es que TODOS los niños deberían tener derecho a una educación pública de calidad. Seguramente el autor de la publicación estará de acuerdo con esto. Pero en lo que no estamos de acuerdo es en querer vender como ropa nueva un remiendo. Y así se van naturalizando los límites a nuestras aspiraciones.


Lo que se esconde

Si todos los niños y sus familias tuvieran sus necesidades básicas satisfechas. Hablo de trabajo, comida, ropa, salud, educación, techo. Pero también hablo de tiempo de ocio, de arte, de disfrute… ¿Cuántos premios nobel más habría? ¿Cuántos inventos, descubrimientos, avances en la ciencia, medicina o lo que fuera, con un fin social?. Si, con un fin social. Porque no sería necesario investigar “para salvarse” o esclavizar a alguna corporación que se queda con los frutos de las investigaciones para llenarse de plata. Entonces, las oportunidades generadas volverían a la sociedad multiplicadas en mejoras que permitirían, a la vez, generar más oportunidades.

Tal vez suene un poco simple, pero no más que pretender que la inclusión está en un subsidio o en la asistencia del Estado.

Vale decir que en este momento de desesperación y miseria que viven millones (si, millones) de familias, esto puede ser un paliativo muy necesario aunque insuficiente. ¿Y qué perspectiva nos dan? Ninguna, y encima se los ataca y se intenta instalar un sentido común contra los que reciben subsidios.


Cuando señalas con un dedo, los otros cuatro señalan hacia vos

Así dice un viejo dicho. Y es real. Porque los que intentan generar este sentido común “anti pobres”, esconden muchas cosas propias tras ese discurso de odio.

En un país que crece el 10% y tiene 40% de pobreza pero bajos índices de desocupación, significa que hay millones de trabajadores que son pobres. Que trabajan incluso más de 8 horas, y no cuentan con un salario que les permita llegar a fin de mes. Entonces, dentro de los subsidios que se dan… ¿Cuánto va para las empresas? Y si estos subsidios no existieran… ¿No deberían pagar más los empresarios o enfrentar rebeliones laborales?

Los subsidios con contraprestación laboral que dan muchos municipios… ¿No reemplazan mano de obra que debería estar registrada, en blanco y con salarios mejores?

Con el subsidio a los jubilados o las facilidades de compensación de años de aportes… ¿No se está subsidiando a las patronales que pagan en negro?

Los subsidios más grandes ¿No son los que se dan a las grandes empresas con exenciones de impuestos y créditos baratos, o leyes laborales flexibles?

¿No son las grandes empresas transnacionales las que venden a precios dolarizados con mano de obra barata y se llevan las ganancias al exterior en sus casas matrices?

Ah… pero quieren que creamos que nos va mal porque hay gente que cobra medio salario mínimo del Estado para cumplimentar sus bajísimos salarios y darle de comer a su familia.


La falsa conciencia

Tomémonos dos minutos para pensar… ¿A quién beneficia que creamos esto? ¿Son verdaderamente nuestras creencias? Según Marx, “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época” (...) La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, (...) Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época.” [1]


A desnaturalizar…

El capitalismo es un sistema en que la producción cada vez requiere más participación de la sociedad (en la producción, la distribución, el consumo) y a la vez las ganancias son apropiadas cada vez por menos personas. Por eso se produce y se invierte en lo que esas pocas manos deciden según sus intereses. No importa lo que pase con el resto.

Pensemos al revés. Qué pasaría si organizamos la economía en función de las necesidades sociales. Si en ese mismo país que crece al 10%, ese crecimiento se volcara a salarios y no a aumentar las ganancias patronales y no a pagarle al FMI. Podríamos lograr que el salario de todos los trabajadores alcance para vivir bien sin tener que hacer horas extras. Trabajando 6 horas. Y creando nuevos puestos de trabajo para ocupar las horas que quedarían sin cubrir. El desarrollo de la tecnología lo permite. Hoy se puede producir más en menos tiempo. En palabras de Leon Trotsky “La técnica es la principal conquista de la humanidad. Aunque hasta el momento haya servido como instrumento de explotación, al mismo tiempo es la condición fundamental para la emancipación de los explotados. La máquina estrangula al esclavo asalariado, pero el esclavo sólo puede liberarse a través de la máquina.” [2]

Pensemos esto como una primera medida inmediata, de urgencia. Donde a raíz de esto, todos los trabajadores pudieran tener tiempo libre para pensar la sociedad. Para pensar que salida dar a la inflación, a las tarifas etc…


Espejitos de colores

Los peronistas en todas sus variantes y los más progresistas, dicen que es irrealizable. Que es utópico. Incluso dicen que el capitalismo es el mejor sistema (como dijo Cristina Kirchner). Es claro hasta acá, que el capitalismo es el mejor sistema… para los capitalistas. ¿Y que del 40% de los pobres? ¿Es acaso un simple problema de distribución como quieren hacernos creer? En los más de 200 años de existencia que tiene el capitalista, siempre fué igual. Y después tenemos a los más reaccionarios como Todos por el Cambio o Milei, que defienden la meritocracia. Las millones de familias que buscan la forma de llegar a fin de mes con salarios de miseria, están más que probados en sus méritos. Gente que hace horas extras, o tiene 2 trabajos, o salen del trabajo y hacen changas… hablame de esfuerzo y mérito… ¿Quiénes más que ellos? Pero no, no cuenta. El que es pobre es porque quiere.

Nos venden espejitos de colores. No hacen enfrentar entre hermanos. Buscar el culpable en el que está un poco más mal. En el pobre, en el desocupado, en el precarizado… para que no veamos a nuestros verdaderos enemigos:

Los grandes capitales detrás de cada gran empresa. Detrás de las empresas de servicios que se enriquecen con el agua y la luz. Detrás de las megamineras y empresas extractivistas que depredan el medio ambiente que es de todos. Ellos son los que mueven los hilos. Los que de verdad toman las decisiones.

“La casta política” son sus empleados. Hoy el enojo está dirigido a los políticos que vienen llevando adelante esta política. Y no olvidemos la enorme ayuda de las centrales sindicales que dejan pasar todo. O a lo sumo, pelean alguna paritaria para que no los barran las bases.


No todos los políticos son iguales

Para una sociedad distinta, se necesita una política distinta. Otro gran logro de los capitalistas es el descreimiento en la política, mezclando el odio a los políticos patronales con la política en general.

El capitalismo vive crisis tras crisis. Inevitables. Porque está agotado. Nada nuevo tiene para ofrecernos. Es un sistema que se alimenta de cada nueva crisis, hundiendo a más personas en la miseria. Causa hambrunas. Desastres naturales… Barbarie. Es un sistema que ya no se desarrolla, sólo se sobrevive. Pero no cae. Por los que lo defienden abiertamente, por los que lo defienden hablando de reformas o escondiendo sus verdaderos intereses… pero también por los que no lo defienden, pero tampoco lo combaten.

Hacer política es la única que nos queda si queremos salir de esta y que esta vez las mayorías populares sean beneficiadas.

Hacer política es debatir objetivos, juntarse, organizarse. Ganar las calles. Ganar sindicatos, centros de estudiantes, organizarse en los barrios. Coordinar acciones. Organizar la economía según las necesidades sociales. Enfrentar a los intereses capitalistas que se vean afectados. Conquistar un gobierno de trabajadores para dar vuelta todo.

Empecemos por apoyar la jornada de lucha convocada por la Unidad Piquetera del 10, 11 y 12 de mayo. ¡Por la unidad de los trabajadores!



[1] (Primer Capitulo de La Ideología Alemana) Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista. C. Marx & F. Engels


[2] Cultura y Socialismo. Problemas de la vida cotidiana. Ed. IPS. Leon Trotsky


Reflexión. Minicrónicas: los discursos, el sentido común y la política (laizquierdadiario.com)

miércoles, 4 de mayo de 2022

Rocío de otoño

 Las mañanas de otoño en Maschwitz… Un otoño especial. Los primeros días de un mayo especial, por las noches hace 4º y por las tardes 22º. Odio el frío, pero amo estas mañanas. Salir a caminar con mis perras antes de las 7 am, cuando despunta el sol. Una cortina de gasa filtra la luz aun blanca. Es difícil saber si es la realidad o aún duermo. Todavía el rocío está bajo y el frío húmedo no cala los huesos. Un rocío delicado. Casi que se evapora al tocar la piel. Así, el cuerpo, pasa a ser parte de esa neblina que me rodea... se crea una capa aislante del frío y de las cosas. Porque las cosas no tienen bordes, se difuminan, se funden, con el cielo, con el fondo, con las otras cosas. Y los colores se ablandan, se suavizan con un barniz mate agradable a los ojos... cómo fotos sepias, en tonalidades de gris. Hasta los sonidos parecen amortizados. Será que aún una gran parte del mundo sigue dormida. 




lunes, 2 de mayo de 2022

Crónica.Un 1° de mayo distinto

 La previa

Mi 1 de mayo comenzó el sábado 30 al mediodía. Esa misma noche se realizaba una asamblea de trabajadores impulsada por el PTS en un espacio prestado por los trabajadores, en la fábrica recuperada Madygraf. Como parte de los anfitriones de la fábrica, me ofrecí a hacer los carteles de bienvenida junto con otra compañera. Ya con cada pincelada presentía que esto sería distinto... un 1ero de mayo dentro de la fábrica que desde hace 7 años gestionamos sin patrón. Quería de esta forma simbólica, recibir a cada uno que entrara.


A medida que se acercaba la hora de la asamblea, veía llegar caras conocidas y muchas otras que no conocía. Todos entraban con alegría al enorme galpón que estaba preparado con gran esmero. Los compañeros que organizaban el encuentro, habían pensado en todos los detalles. Todas las mesas dispuestas, la decoración, los compañeros de medios que colgaban las últimas fotos de la muestra, probaban el sonido y sacaban fotos. Porque los trabajadores también nos lo merecemos. Al pasar por entre las mesas buscando mi lugar, escuchaba las conversaciones sobre las distintas fábricas, escuelas, barrios... el aire estaba lleno de expectativa.


Eduardo, histórico dirigente desde antes que la patronal intentara cerrar la planta, abrió la asamblea. Enumerando todos los motivos por los cuales nos encontrábamos allí.



La conspiración

No era la primera vez que veía la fábrica llena de compañeros de tantos lugares distintos. Pero esta vez no era como las otras. Esta vez no estábamos allí por la expropiación de nuestra fábrica, o por los despidos en otra fábrica, o por coordinar una pelea contra los tarifazos o establecer alguna demanda concreta. No sólo. Estábamos por todo y por todxs...


Los grandes empresarios y los políticos patronales, se juntan a conspirar contra nosotros todo el tiempo. En lugares lujosos o a la vista de todos como se hizo esta semana en el LLao LLao. Esta vez nosotrxs también. Y en nuestro día. Y en nuestra fábrica. Que más que nunca era de todxs. Y ese era el calor que se sentía en ese inmenso galpón una noche fría. Y aunque no me gusta hablar en público... una tremenda emoción me carcomía el pecho.


Así que tomé el micrófono para agradecer a todos los que estaban allí, para decirles que esta fábrica era de todos. Que en un país donde millones de trabajadores son pobres y hay mil cosas por las que luchar... les queríamos decir que se puede. Que nosotros sabemos que, aunque cueste, vale la pena pelear. Que en estos años de historia de la clase obrera, tuvimos grandes derrotas pero también triunfos. Y qué conmemoramos en el 1 de mayo la lucha por las 8 horas de trabajo y tantos años después, hay compañeros que dejan la vida en la fábrica mientras otros no tienen trabajo, e igual no llegan a fin de mes. Que nos debíamos el reflexionar las cosas que nos pasan y en base a nuestras experiencias, debatir que hacer y organizarnos. Es que esa visión que tenía frente a mí me daba la certeza que en algún momento podríamos volver a juntarnos y decir que la victoria fué posible.


Limpiar paraísos ajenos

A medida que la vergüenza se disipaba, más compañeros hablaban. Confirmando que estamos en el camino correcto. Que estamos dando un primer paso al juntarnos. Nos mirábamos y escuchábamos sabiendo que, aunque no nos conocieramos, teníamos una historia, presente y un futuro en común. Cada experiencia y conclusión que nace individual y se hace colectiva nos fortalece. Así, una compañera contaba que ella estaba desocupada cuando empezó a organizarse. Y que no sabia cual podía ser su lugar de lucha. Al juntarse con compañeros de otras fábricas, con los compañeros de Guernica que pelean por vivienda, se dió cuenta que la clave es luchar todos juntos. Hoy trabaja "Limpiando paraísos ajenos" y continúa dando esta pelea.



Voces que quieren ser escuchadas

Un compañero desocupado habló sobre la demonización que se hace de las movilizaciones de desocupados o de los que reciben planes sociales. Que hay una pelea por trabajo que es ocultada intencionalmente. Y que hay que unirse "porque el esfuerzo que uno hace solo, no sirve de nada." Se organiza en la Asamblea Permanente porque hay compañeros que quieren ser escuchados, y aquí encontraron un lugar. Donde además de debatir y que salgan nuevas ideas, tienen compañeros que los escuchan. Y saludó los talleres de oficios que dan en Madygraf.


Los docentes comentaban no solo la terrible situación de la educación o sus salarios, sino también de las condiciones de vida de sus alumnos y sus familias, que ellos viven de primera mano. Una compañera docente decía, “que no hay que acostumbrarse a que otros hablen por nosotros. Tenemos que empezar a hacerlo nosotros. ¿Quiénes van a hacerlo por nosotros? ¿Milei va a hablar de lo que pasa en mi barrio o a mis alumnos que no vienen o vienen con hambre? ¿El Frente de Todos? Que nos quieren arreglar la vida con un bono. O que nos revientan el medio ambiente. Hay que perder el miedo porque es lo único que tenemos.”


La juventud: La precarización del trabajo, la precarización de la vida

Un joven comentó que antes a él no le interesaba la política. Su experiencia cercana con las "instituciones" lo había marcado... el asesinato de su amigo Franco por la policía. Y “comenzó a organizarse para luchar contra el sistema que antes no le importaba.“

Es que el descreimiento en los cambios y el futuro, es el mejor tributo a este sistema que la precarización de la juventud puede lograr. La ganancia en este caso, no es sólo económica. Y no sólo en el joven que no tiene trabajo y no ve futuro. También en los jóvenes que trabajan pero no pueden conseguir estabilidad. La precarización del trabajo es la precarización de la vida. Una joven contaba que se recibió de docente y no conseguía cargo. Se sumó también a la Asamblea Permanente, apoyando a otras luchas como las de EMA y LAN. “Porque aunque ya la están pasando demasiado mal, va a ser peor con el ajuste del FMI que no importa si se paga con nuestras condiciones de vida, la devaluación del trabajo..”. Finalmente consiguió trabajo con la modalidad de precarización docente de los ATR, y en la última negociación de su sindicato, extendieron la precarización 3 meses mas, sin salida de fondo. Avalando este fraude laboral.



¿La vida ? trabajando

Pero también los trabajadores ocupados se encuentran en una difícil situación. Distintos compañeros comentaron que aunque tengan un salario y condiciones de cierta estabilidad, deben hacer horas extras para poder mantener el nivel de vida. Hay fábricas donde se trabaja de lunes a lunes. Y muchas donde ni con extras se llega al salario por encima de la línea de pobreza. Algunos ya habían tenido experiencias de lucha. Habían enfrentado despidos y recordaban el apoyo recibido por otros trabajadores y jóvenes estudiantes. Y reafirmaron la necesidad de fortalecer esa unidad para prepararse. Porque los sindicatos dejan pasar todo y esto no da para más. “o trabajas menos horas y ves a tu familia pero no le das lo que necesita, o trabajas para darle lo que necesita y no la ves”.


Una batalla por la conciencia

Y así continuaban las reflexiones. Comenzó el cierre de la asamblea con las ideas más claras. Tenemos por delante grandes batallas, y tenemos grandes ideas. Tenemos que pelear contra el individualismo que nos quieren imponer. Contra la idea del mal menor o de que nada se puede cambiar. Jorge y Eduardo de Madygraf, comentaron su experiencia. De como, previo a la toma de la fábrica, también debieron dar esas batallas. La de la unidad de los trabajadores, no solo de otros gremios o desocupados, también dentro de la planta misma. Contra la discriminacion a los tercerizados, a los inmigrantes, en defensa de una compañera trans, contra persecuciones judiciales como la que se hizo a los petroleros de Las Heras. (La verdad que todo esto merece una nota aparte). Contra la resignación. Contra la naturalización de las injusticias. “Y estoy estamos acá. Y continuamos batallando y resistiendo. Dando a cada problema individual que tenemos, una solución social. Que distinto sería todo si un gobierno de los trabajadores pudiera organizar la economía en base a las necesidades sociales y no a las ganancias empresarias. Dando respuestas sociales a los grandes problemas de las mayorías.... Un sistema distinto. Y tenemos que organizarnos para eso…”


El locro sellando un compromiso de lucha

A medida que los aplausos se hacían más fuertes, se confundían con la bocina del clarck que venía desde el comedor y anunciaba la llegada de la comida.

Desde las uñas del clark se descargaron las enormes ollas humeantes, y el debate se continuó entre bocado y bocado. Con las bandas que tocaban y la gente que se paseaba intercambiando más opiniones.

Cuando ya no quedaba nada en los platos, los que aun podían moverse luego de su porción de locro, se sumaron a bailar junto a la banda que tocaba candombe... Yo los mire desde la mesa, junto a mis compañeros, mientras hacía la digestión de todo lo vivido y del locro más rico que comí.


Crónica. Un 1° de mayo distinto (laizquierdadiario.com)