Evoco entre sueños, sonrisas, gestos, miradas. Los sigo ciega hasta el precipicio y, al caer, despierto exaltada. Las sombras se ríen y siguen su danza.
Luces de día.
Espectros de noche.
Sin habla, bebí el brebaje maldito de la tribu de sombras que danzan.
El destello del encendedor. El cigarrillo. El borde de la cama. Las sombras se entretienen con el humo. Intento recuperar la calma. Sigo haciendo gárgaras con tu nombre.
Rasgo la pared hasta que sangra.
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