lunes, 1 de septiembre de 2008

Carta de un psicotico a otro

- Toda la noche corriendo, eso te pasa por dormir por un psicótico.

¿Un que? Me pregunté. Es un poco tarde (o temprano, dependiendo desde donde se mire el reloj como para preguntar). Por otro lado, mas allá del reloj, también es tarde para preguntar, acabo de despertar junto a él. Claro que, una noche, dos, cien… pueden olvidarse. Pero si digo es tarde es porque lo es. El abrazo calido y mullido acurrucó los pensamientos que comenzaban a despabilarse de apoco. Mi cabeza reposó sobre su hombro y las cavilaciones sobre la psicosis se diluyeron en las nuevas imágenes de nuevos sueños que me asaltaron.

Al mediodía, luego de los besos del despertar y las caricias de la mañana demorada… no quedaba nada de los sueños ni los diálogos. Algunas imágenes perdidas y muchas sensaciones. Verte dormir es una de mis imágenes favoritas. Tal vez porque sepa lo que significa para vos poder hacerlo, verte así relajado, casi con un dejo de sonrisa en la comisura de la boca, es un festín. Escuchar tu respiración pausada apoyado en mi pecho o tomando firmemente mi mano. Pequeños regalos que me das sin saberlo. O los ojos a medio abrir del despertar, encontrándose mientras todo el resto sigue buscando. Las pastillas de menta del primer buen día. Los malos humores de los perros y la luz del sol. Un té y la despedida. Tengo la maleta llena de sonrisas para el resto del día. No queda nada del psicótico, y alguna que otra imagen de los sueños apremiantes de corridas y escapes. Pero vuelvo aquí a pensarte. Y entonces es cuando reparo en el detalle. “Eso te pasa por dormir con un psicótico”, dijiste antes de volver a cerrar los ojos y abrazarme. Y me dí cuenta que no era la primera vez que lo mencionabas. ¿Realmente creerás ser un psicótico? Recurrí a wikipedia para ver que querías decir con eso:“Se denominan como Trastorno Psicóticos aquellas patologías en las que se presenta síntomas psicóticos como principal característica. La psicosis es un trastorno mental mayor, de origen emocional u orgánico, que produce un deterioro de la capacidad de pensar, responder emocionalmente, recordar, comunicar e interpretar la realidad.” “una pérdida de las fronteras del sí mismo o un grave deterioro de la evaluación de la realidad. El nivel de malestar que produce este trastorno es tan invasivo que perjudica de sobremanera el normal funcionamiento del individuo, paralizando su actuar y no permitiendo comportarse de manera acorde a la realidad, en ocasiones incluso, se hace necesaria la hospitalización” “Uno o más síntomas psicóticos: ideas delirantes; alucinaciones; lenguaje desorganizado; comportamiento catatónico o desorganizado”

Yo no se, pero si alguien te hizo creer que tenes un problema, no sos vos quien lo tiene. No hay deterioro alguno en tu capacidad de pensar. Todo lo contrario. Hay brillo en las cosas que decís, en tus respuestas pero también en tus preguntas. Los problemas para responder emocionalmente, comunicar o interpretar la realidad no son producto de una enfermedad. Ver la realidad en su profundidad y diversas dimensiones es una sacudida de la que cuesta reponerse. Y cada una de esas sacudidas genera en nosotros distintas formas de comunicarlas, y a veces es difícil, y a veces no se entiende. Es fácil comunicar y analizar la realidad para aquellos que la viven como espectadores. Aquellos que relatan como periodista de mala muerte la lenta letanía de la vida corriendo delante de sus ojos. Pero meterse en ella, bucear, buscar lo escondido… eso es realmente vivirla y eso es algo demasiado fuerte para los códigos existentes. La manera de actuar acorde a esa realidad no es la acorde para los demás. Toda la descripción que transcribí del síndrome psicótico es, por tanto, relativa. Tenes un toque de magia en lo que haces. No siempre fácil de comprender… pero aun ahí donde parece que hay caos existe algo más. Las notas, las palabras, derraman partes tuyas entrañablemente dulces y amargas, ácidas, hirvientes y no tanto. Tal vez deberías dejar de creer que hay algo anormal en vos, para dar cuenta de que sí lo hay por suerte. Que la normalidad es una invención de aquellos que quieren producción a escala de la humanidad. Que salir de la línea no es estar fuera, pero si. Que desde ese fuera las cosas se ven distintas y pueden chocar, pero estas en el lugar exacto para dejar volar todo lo que tenes, para que estallen las palabras, los sonidos, los colores, los sentidos. Que sos un comunicador de otras cosas y que eso a veces pesa. Vuelve como un boomerang justo al medio de la frente. La sociedad de hielo y hormigón se retuerce ante las extrañas ideas, como los gerentitos ante dadá. Hay virus, hay error, hay incompatibilidad y el programa que desea ejecutar a encontrado un grave error, su disco rígido puede estar dañado o algún archivo se puede haber perdido. Estas en el momento en que insisten con el corset. Quieren atraparte y amatambrarte, cortarte alas, pintar de gris tus ojos, cortar la irrigación sanguínea de tu cerebro y corazón. El corset invisible se transforma en camisa de fuerza si los de afuera no te entienden pero vos tampoco.

¿Duermo con un psicótico? Tal vez, pero con los ojos mas vivos y la sonrisa mas alejada de esta realidad más linda.

¿Corro de noche por dormir con un psicótico? Tal vez no, tal vez porque corro de noche es que duermo con alguien que también corre. El problema es entonces otro. ¿De que corremos? ¿Por qué correr? Tal vez la próxima deberíamos hacer la prueba de plantarnos, girar sobre nuestros pies y correr contra ellos, hacerlos correr nosotros.

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