lunes, 9 de mayo de 2022

Reflexión.Minicrónicas: los discursos, el sentido común y la política

 Esta semana se cruzaron los caminos. El cumpleaños de Eva Peron y el discurso de Cristina Kirchner elogiando el capitalismo. Venía pensando cuántos años habían pasado desde la aparición de Eva Peron y el discurso de Cristina. Cómo Cristina Kircher podía hacer tantas denuncias sobre la situación del país, como si ella no fuera parte del gobierno, y de la misma manera reivindicar el capitalismo como si no fuera el causante de la pobreza, con estas dos imágenes en mi cabeza me topé con una publicación en facebook, con las palabras del nieto de Perez Esquivel, que decía lo siguiente:


“Un niño sin madre y con padre ciego tenía que trabajar porque la plata no alcanzaba. Le escribió a Evita para que los ayude y a los pocos días recibió una pensión que le permitió estudiar. Años más tarde ese niño, mi abuelo, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.” ¿Y uno qué puede pensar? ¿Cómo podría parecernos mal? Pero hay mucho más….

Esta historia fué publicada como reivindicación de la política de asistencia social de Eva Peron, del peronismo. Pero muestra también un lado perverso. Y es que TODOS los niños deberían tener derecho a una educación pública de calidad. Seguramente el autor de la publicación estará de acuerdo con esto. Pero en lo que no estamos de acuerdo es en querer vender como ropa nueva un remiendo. Y así se van naturalizando los límites a nuestras aspiraciones.


Lo que se esconde

Si todos los niños y sus familias tuvieran sus necesidades básicas satisfechas. Hablo de trabajo, comida, ropa, salud, educación, techo. Pero también hablo de tiempo de ocio, de arte, de disfrute… ¿Cuántos premios nobel más habría? ¿Cuántos inventos, descubrimientos, avances en la ciencia, medicina o lo que fuera, con un fin social?. Si, con un fin social. Porque no sería necesario investigar “para salvarse” o esclavizar a alguna corporación que se queda con los frutos de las investigaciones para llenarse de plata. Entonces, las oportunidades generadas volverían a la sociedad multiplicadas en mejoras que permitirían, a la vez, generar más oportunidades.

Tal vez suene un poco simple, pero no más que pretender que la inclusión está en un subsidio o en la asistencia del Estado.

Vale decir que en este momento de desesperación y miseria que viven millones (si, millones) de familias, esto puede ser un paliativo muy necesario aunque insuficiente. ¿Y qué perspectiva nos dan? Ninguna, y encima se los ataca y se intenta instalar un sentido común contra los que reciben subsidios.


Cuando señalas con un dedo, los otros cuatro señalan hacia vos

Así dice un viejo dicho. Y es real. Porque los que intentan generar este sentido común “anti pobres”, esconden muchas cosas propias tras ese discurso de odio.

En un país que crece el 10% y tiene 40% de pobreza pero bajos índices de desocupación, significa que hay millones de trabajadores que son pobres. Que trabajan incluso más de 8 horas, y no cuentan con un salario que les permita llegar a fin de mes. Entonces, dentro de los subsidios que se dan… ¿Cuánto va para las empresas? Y si estos subsidios no existieran… ¿No deberían pagar más los empresarios o enfrentar rebeliones laborales?

Los subsidios con contraprestación laboral que dan muchos municipios… ¿No reemplazan mano de obra que debería estar registrada, en blanco y con salarios mejores?

Con el subsidio a los jubilados o las facilidades de compensación de años de aportes… ¿No se está subsidiando a las patronales que pagan en negro?

Los subsidios más grandes ¿No son los que se dan a las grandes empresas con exenciones de impuestos y créditos baratos, o leyes laborales flexibles?

¿No son las grandes empresas transnacionales las que venden a precios dolarizados con mano de obra barata y se llevan las ganancias al exterior en sus casas matrices?

Ah… pero quieren que creamos que nos va mal porque hay gente que cobra medio salario mínimo del Estado para cumplimentar sus bajísimos salarios y darle de comer a su familia.


La falsa conciencia

Tomémonos dos minutos para pensar… ¿A quién beneficia que creamos esto? ¿Son verdaderamente nuestras creencias? Según Marx, “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época” (...) La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, (...) Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época.” [1]


A desnaturalizar…

El capitalismo es un sistema en que la producción cada vez requiere más participación de la sociedad (en la producción, la distribución, el consumo) y a la vez las ganancias son apropiadas cada vez por menos personas. Por eso se produce y se invierte en lo que esas pocas manos deciden según sus intereses. No importa lo que pase con el resto.

Pensemos al revés. Qué pasaría si organizamos la economía en función de las necesidades sociales. Si en ese mismo país que crece al 10%, ese crecimiento se volcara a salarios y no a aumentar las ganancias patronales y no a pagarle al FMI. Podríamos lograr que el salario de todos los trabajadores alcance para vivir bien sin tener que hacer horas extras. Trabajando 6 horas. Y creando nuevos puestos de trabajo para ocupar las horas que quedarían sin cubrir. El desarrollo de la tecnología lo permite. Hoy se puede producir más en menos tiempo. En palabras de Leon Trotsky “La técnica es la principal conquista de la humanidad. Aunque hasta el momento haya servido como instrumento de explotación, al mismo tiempo es la condición fundamental para la emancipación de los explotados. La máquina estrangula al esclavo asalariado, pero el esclavo sólo puede liberarse a través de la máquina.” [2]

Pensemos esto como una primera medida inmediata, de urgencia. Donde a raíz de esto, todos los trabajadores pudieran tener tiempo libre para pensar la sociedad. Para pensar que salida dar a la inflación, a las tarifas etc…


Espejitos de colores

Los peronistas en todas sus variantes y los más progresistas, dicen que es irrealizable. Que es utópico. Incluso dicen que el capitalismo es el mejor sistema (como dijo Cristina Kirchner). Es claro hasta acá, que el capitalismo es el mejor sistema… para los capitalistas. ¿Y que del 40% de los pobres? ¿Es acaso un simple problema de distribución como quieren hacernos creer? En los más de 200 años de existencia que tiene el capitalista, siempre fué igual. Y después tenemos a los más reaccionarios como Todos por el Cambio o Milei, que defienden la meritocracia. Las millones de familias que buscan la forma de llegar a fin de mes con salarios de miseria, están más que probados en sus méritos. Gente que hace horas extras, o tiene 2 trabajos, o salen del trabajo y hacen changas… hablame de esfuerzo y mérito… ¿Quiénes más que ellos? Pero no, no cuenta. El que es pobre es porque quiere.

Nos venden espejitos de colores. No hacen enfrentar entre hermanos. Buscar el culpable en el que está un poco más mal. En el pobre, en el desocupado, en el precarizado… para que no veamos a nuestros verdaderos enemigos:

Los grandes capitales detrás de cada gran empresa. Detrás de las empresas de servicios que se enriquecen con el agua y la luz. Detrás de las megamineras y empresas extractivistas que depredan el medio ambiente que es de todos. Ellos son los que mueven los hilos. Los que de verdad toman las decisiones.

“La casta política” son sus empleados. Hoy el enojo está dirigido a los políticos que vienen llevando adelante esta política. Y no olvidemos la enorme ayuda de las centrales sindicales que dejan pasar todo. O a lo sumo, pelean alguna paritaria para que no los barran las bases.


No todos los políticos son iguales

Para una sociedad distinta, se necesita una política distinta. Otro gran logro de los capitalistas es el descreimiento en la política, mezclando el odio a los políticos patronales con la política en general.

El capitalismo vive crisis tras crisis. Inevitables. Porque está agotado. Nada nuevo tiene para ofrecernos. Es un sistema que se alimenta de cada nueva crisis, hundiendo a más personas en la miseria. Causa hambrunas. Desastres naturales… Barbarie. Es un sistema que ya no se desarrolla, sólo se sobrevive. Pero no cae. Por los que lo defienden abiertamente, por los que lo defienden hablando de reformas o escondiendo sus verdaderos intereses… pero también por los que no lo defienden, pero tampoco lo combaten.

Hacer política es la única que nos queda si queremos salir de esta y que esta vez las mayorías populares sean beneficiadas.

Hacer política es debatir objetivos, juntarse, organizarse. Ganar las calles. Ganar sindicatos, centros de estudiantes, organizarse en los barrios. Coordinar acciones. Organizar la economía según las necesidades sociales. Enfrentar a los intereses capitalistas que se vean afectados. Conquistar un gobierno de trabajadores para dar vuelta todo.

Empecemos por apoyar la jornada de lucha convocada por la Unidad Piquetera del 10, 11 y 12 de mayo. ¡Por la unidad de los trabajadores!



[1] (Primer Capitulo de La Ideología Alemana) Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista. C. Marx & F. Engels


[2] Cultura y Socialismo. Problemas de la vida cotidiana. Ed. IPS. Leon Trotsky


Reflexión. Minicrónicas: los discursos, el sentido común y la política (laizquierdadiario.com)

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